La Vía mixta
- Explicación sobre las Vías progresivas e instantáneas.
Desde una antigüedad que se pierde en la noche de los tiempos, es posible distinguir dos maneras fundamentales de acceder a la No-dualidad.
Las llamamos:
La Vía de Realización progresiva.
La Vía de Realización instantánea.
Volvemos a encontrar la expresión de estas dos Vías en las enseñanzas modernas.
No faltan las polémicas y las disputas entre los representantes de estas dos Vías.
La Vía de Realización progresiva considera que uno sólo puede elevarse hasta la Realidad suprema caminando de Verdades en Verdades más y más amplias y sutiles. Con este fin, dispensa la enseñanza de una jerarquía de etapas, y para cada etapa, se ofrecen unas técnicas de meditación, unas “tomas de consciencia” y unas prácticas espirituales específicas.
La Vía de Realización instantánea declara que cualquier práctica, cualquier etapa, cualquier técnica resulta inútil, puesto que ya somos la Realidad suprema que es lo único que existe. En consecuencia, basta con disipar un malentendido, un error de apreciación intelectual, una confusión entre nuestra Presencia y lo que no es más que objeto de percepción; y eso se puede transmitir en una breve exposición que destruye la ilusión de No-Realización.
Desde este punto de vista, la liberación puede ser obtenida en media hora de diálogo.
- Problemática propia de cada Vía.
Bajo el punto de vista pedagógico, cada una de estas dos Vías que todo parece oponer, presenta una problemática.
En una Vía progresiva, las prácticas espirituales son unos imperativos absolutos sobre las cuales se proyectan las codicias espirituales, en vez de ver en ellos unos meros “medios hábiles” puestos al servicio de una finalidad. Incita a los practicantes a llegar a ser unos “expertos” en técnicas espirituales, en producción de “estados” particulares, dejando intacta la ilusión egótica. Por otra parte, engendra la absurdo creencia según la cual “la Realización” se produciría de manera mecánica al término de la última etapa. Ahora bien, esta creencia está gravemente equivocada, puesto que siempre hay un necesario «desencadenante intuitivo», que es del orden de lo instantáneo.
En una Vía instantánea, corremos el riesgo de limitarnos a unas aprehensiones intuitivas que, a falta de un terreno psicológicamente preparado de manera adecuada, no pueden arraigarse en la vivencia. O, aún peor, podemos confundir la comprensión intelectual con la vivencia auténtica. Como grave carencia pedagógica, hace esperar una Realización que permanece “fuera del alcance” para todos aquellos que no son capaces de efectuar interiormente el “salto intuitivo” que se requiere. Por otra parte, no tiene en cuenta la distinción fundamental entre la “aprehensión intuitiva” y el establecimiento constante en la vivencia. Establecimiento constante por lo cual se necesita, aparte de algunos casos excepcionales, una purificación del “terreno humano” por medio de las técnicas de la Vía progresiva. Por último, no considera la existencia de distintos niveles de Gnosis, porque si el “salto intuitivo” que se hace puede, en un instante, proyectar al nivel de tal o cual etapa de la Vía progresiva, sólo es en casos muy excepcionales que proyecta hasta el último grado de esta última.
Esa es la razón por la cual en las tradiciones hindúes y budistas, se han desarrollado en unas épocas y bajo vocablos diferentes, unas Vías que llamaremos mixtas, puesto que tienen por particularidad recurrir a la vez al proceso de las Vías progresivas y a las enseñanzas de las Vías instantáneas.
- Complementariedad de las dos Vías.
Numerosos son los partidarios de la Vía instantánea que rechazan categóricamente las prácticas de las Vías de realización progresiva.
Desde nuestro punto de vista, ese exclusivismo es un error pedagógico, dado que existe una complementariedad entre los dos tipos de enfoque.
Nos puede extrañar encontrar la existencia de una Enseñanza rechazando las ideas de Sendero, de progresividad, de iniciación y de Realización espiritual, en el seno de un sistema iniciático basado en la asimilación progresiva de una serie de etapas iniciáticas. Pero si uno se extraña, es porque le falta una comprensión fundamental.
La relación de complementariedad entre la Vía instantánea y la Vía progresiva es la siguiente:
- En primer lugar:
Cuando el buscador de la Verdad no logra captar, viviéndolo en lo más profundo de sí mismo, lo que se dice en un diálogo esencial, las técnicas de la Vía de Realización progresiva permiten una maduración interior que desarrolla su capacidad de aprehensión intuitiva e instantánea de la enseñanza de los Diálogos esenciales.
- En segundo lugar:
Cuando el buscador de la Verdad aprehende en una vivencia interior auténtica lo que los Diálogos esenciales le desvelan, las prácticas de la Vía progresiva le permitirán eliminar lo que, en él, obstaculiza la vivencia cada vez más consciente de lo que ha sido aprehendido en el fulgor de un desvelamiento instantáneo.
En consecuencia, la complementariedad entre las dos Vías es fundamental, puesto que fuera de la vivencia constante, la Verdad sólo es vislumbrada.
Por una parte, la Vía progresiva prepara y permite aprehender el Relámpago iluminador de la Realización instantánea; por otra parte, las prácticas y los grados de la Vía progresiva conciernen al hombre y a su posible evolución, mientras que la EVIDENCIA, hacia la cual ningún Sendero puede llevar, y que caracteriza el
discurso de la Vía instantánea, concierne a lo que ya somos y a lo que permanecemos para siempre. Porque el hombre no es más que la máscara de un rostro puesto sobre Lo Único que juega al juego de la multiplicidad.
- Relación con nuestra Enseñanza.
Lo que proponemos es una Vía mixta.
En nuestra enseñanza, las transmisiones iniciáticas constituyen la expresión de la Vía de Realización progresiva, mientras que lo que llamamos los “Diálogos esenciales” y los “Diálogos liberadores” difunden la enseñanza de la Vía de Realización instantánea.
En consecuencia, coexisten en nuestra pedagogía dos enfoques que pueden parecer contradictorios a primera vista pero que, de hecho, se complementan.
Esta Vía mixta considera que los posicionamientos exclusivos, que existan en la Vía de Realización instantánea, o bien en la Vía de Realización progresiva, son insatisfactorios bajo un punto de vista pedagógico.
- Pedagogía de la Vía mixta.
En la Vía mixta, recurriremos a unas expresiones de la Realización instantánea para indicar el objetivo buscado, y para no perderle de vista, mientras que de manera paralela utilizaremos los métodos y las técnicas de la Realización progresiva para “que el fruto madure” y para fomentar la aprehensión instantánea de la “Evidencia siempre presente”. Utilizaremos igualmente las técnicas progresivas para completar, ampliar y profundizar en lo que la intuición haya captado.
En definitiva, los que declaran que cualquier disciplina resulta inútil tienen razón bajo el punto de vista exclusivo de la Vía de Realización instantánea. Es precisamente el hecho de que tienen razón lo que “crea un problema”, porque un mero error se denuncia fácilmente. Tienen razón en el plano del Principio, pero cometen un grave error en el plano de la pedagogía.
El que enseña debe reflexionar sobre sus motivaciones. ¿Su objetivo es dar testimonio de que, cuando los lazos están rotos, ninguna disciplina se requiere, o bien su objetivo es ayudar a la gente a romper sus lazos?
El testimonio resulta confortable, la pedagogía trabajosa.
Sin prácticas progresivas, el número de los que serán capaces de permanecer en una vivencia Gnóstica constante quedará extremadamente bajo.
Es un hecho. Quien no tenga eso en cuenta es un mal pedagogo.
A veces, es aún peor, es alguien que confunde la aprehensión intuitiva carente de cualquier integración en la vivencia constante con la Realización.
Desde una antigüedad que se pierde en la noche de los tiempos, es posible distinguir dos maneras fundamentales de acceder a la No-dualidad.
Las llamamos:
La Vía de Realización progresiva.
La Vía de Realización instantánea.
Volvemos a encontrar la expresión de estas dos Vías en las enseñanzas modernas.
No faltan las polémicas y las disputas entre los representantes de estas dos Vías.
La Vía de Realización progresiva considera que uno sólo puede elevarse hasta la Realidad suprema caminando de Verdades en Verdades más y más amplias y sutiles. Con este fin, dispensa la enseñanza de una jerarquía de etapas, y para cada etapa, se ofrecen unas técnicas de meditación, unas “tomas de consciencia” y unas prácticas espirituales específicas.
La Vía de Realización instantánea declara que cualquier práctica, cualquier etapa, cualquier técnica resulta inútil, puesto que ya somos la Realidad suprema que es lo único que existe. En consecuencia, basta con disipar un malentendido, un error de apreciación intelectual, una confusión entre nuestra Presencia y lo que no es más que objeto de percepción; y eso se puede transmitir en una breve exposición que destruye la ilusión de No-Realización.
Desde este punto de vista, la liberación puede ser obtenida en media hora de diálogo.
- Problemática propia de cada Vía.
Bajo el punto de vista pedagógico, cada una de estas dos Vías que todo parece oponer, presenta una problemática.
En una Vía progresiva, las prácticas espirituales son unos imperativos absolutos sobre las cuales se proyectan las codicias espirituales, en vez de ver en ellos unos meros “medios hábiles” puestos al servicio de una finalidad. Incita a los practicantes a llegar a ser unos “expertos” en técnicas espirituales, en producción de “estados” particulares, dejando intacta la ilusión egótica. Por otra parte, engendra la absurdo creencia según la cual “la Realización” se produciría de manera mecánica al término de la última etapa. Ahora bien, esta creencia está gravemente equivocada, puesto que siempre hay un necesario «desencadenante intuitivo», que es del orden de lo instantáneo.
En una Vía instantánea, corremos el riesgo de limitarnos a unas aprehensiones intuitivas que, a falta de un terreno psicológicamente preparado de manera adecuada, no pueden arraigarse en la vivencia. O, aún peor, podemos confundir la comprensión intelectual con la vivencia auténtica. Como grave carencia pedagógica, hace esperar una Realización que permanece “fuera del alcance” para todos aquellos que no son capaces de efectuar interiormente el “salto intuitivo” que se requiere. Por otra parte, no tiene en cuenta la distinción fundamental entre la “aprehensión intuitiva” y el establecimiento constante en la vivencia. Establecimiento constante por lo cual se necesita, aparte de algunos casos excepcionales, una purificación del “terreno humano” por medio de las técnicas de la Vía progresiva. Por último, no considera la existencia de distintos niveles de Gnosis, porque si el “salto intuitivo” que se hace puede, en un instante, proyectar al nivel de tal o cual etapa de la Vía progresiva, sólo es en casos muy excepcionales que proyecta hasta el último grado de esta última.
Esa es la razón por la cual en las tradiciones hindúes y budistas, se han desarrollado en unas épocas y bajo vocablos diferentes, unas Vías que llamaremos mixtas, puesto que tienen por particularidad recurrir a la vez al proceso de las Vías progresivas y a las enseñanzas de las Vías instantáneas.
- Complementariedad de las dos Vías.
Numerosos son los partidarios de la Vía instantánea que rechazan categóricamente las prácticas de las Vías de realización progresiva.
Desde nuestro punto de vista, ese exclusivismo es un error pedagógico, dado que existe una complementariedad entre los dos tipos de enfoque.
Nos puede extrañar encontrar la existencia de una Enseñanza rechazando las ideas de Sendero, de progresividad, de iniciación y de Realización espiritual, en el seno de un sistema iniciático basado en la asimilación progresiva de una serie de etapas iniciáticas. Pero si uno se extraña, es porque le falta una comprensión fundamental.
La relación de complementariedad entre la Vía instantánea y la Vía progresiva es la siguiente:
- En primer lugar:
Cuando el buscador de la Verdad no logra captar, viviéndolo en lo más profundo de sí mismo, lo que se dice en un diálogo esencial, las técnicas de la Vía de Realización progresiva permiten una maduración interior que desarrolla su capacidad de aprehensión intuitiva e instantánea de la enseñanza de los Diálogos esenciales.
- En segundo lugar:
Cuando el buscador de la Verdad aprehende en una vivencia interior auténtica lo que los Diálogos esenciales le desvelan, las prácticas de la Vía progresiva le permitirán eliminar lo que, en él, obstaculiza la vivencia cada vez más consciente de lo que ha sido aprehendido en el fulgor de un desvelamiento instantáneo.
En consecuencia, la complementariedad entre las dos Vías es fundamental, puesto que fuera de la vivencia constante, la Verdad sólo es vislumbrada.
Por una parte, la Vía progresiva prepara y permite aprehender el Relámpago iluminador de la Realización instantánea; por otra parte, las prácticas y los grados de la Vía progresiva conciernen al hombre y a su posible evolución, mientras que la EVIDENCIA, hacia la cual ningún Sendero puede llevar, y que caracteriza el
discurso de la Vía instantánea, concierne a lo que ya somos y a lo que permanecemos para siempre. Porque el hombre no es más que la máscara de un rostro puesto sobre Lo Único que juega al juego de la multiplicidad.
- Relación con nuestra Enseñanza.
Lo que proponemos es una Vía mixta.
En nuestra enseñanza, las transmisiones iniciáticas constituyen la expresión de la Vía de Realización progresiva, mientras que lo que llamamos los “Diálogos esenciales” y los “Diálogos liberadores” difunden la enseñanza de la Vía de Realización instantánea.
En consecuencia, coexisten en nuestra pedagogía dos enfoques que pueden parecer contradictorios a primera vista pero que, de hecho, se complementan.
Esta Vía mixta considera que los posicionamientos exclusivos, que existan en la Vía de Realización instantánea, o bien en la Vía de Realización progresiva, son insatisfactorios bajo un punto de vista pedagógico.
- Pedagogía de la Vía mixta.
En la Vía mixta, recurriremos a unas expresiones de la Realización instantánea para indicar el objetivo buscado, y para no perderle de vista, mientras que de manera paralela utilizaremos los métodos y las técnicas de la Realización progresiva para “que el fruto madure” y para fomentar la aprehensión instantánea de la “Evidencia siempre presente”. Utilizaremos igualmente las técnicas progresivas para completar, ampliar y profundizar en lo que la intuición haya captado.
En definitiva, los que declaran que cualquier disciplina resulta inútil tienen razón bajo el punto de vista exclusivo de la Vía de Realización instantánea. Es precisamente el hecho de que tienen razón lo que “crea un problema”, porque un mero error se denuncia fácilmente. Tienen razón en el plano del Principio, pero cometen un grave error en el plano de la pedagogía.
El que enseña debe reflexionar sobre sus motivaciones. ¿Su objetivo es dar testimonio de que, cuando los lazos están rotos, ninguna disciplina se requiere, o bien su objetivo es ayudar a la gente a romper sus lazos?
El testimonio resulta confortable, la pedagogía trabajosa.
Sin prácticas progresivas, el número de los que serán capaces de permanecer en una vivencia Gnóstica constante quedará extremadamente bajo.
Es un hecho. Quien no tenga eso en cuenta es un mal pedagogo.
A veces, es aún peor, es alguien que confunde la aprehensión intuitiva carente de cualquier integración en la vivencia constante con la Realización.
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