Translate

Las escuelas del Vedanta

Existen distintas Escuelas Vedánticas. Nos vinculamos con la más antigua, la del Advaita-Vedanta, la Escuela de la No-Dualidad, fundada por Sri Shankâra Bhagavatpada. Esta «escuela de la No-Dualidad», propone una Realización metafísica que, por la universalidad de su perspectiva, corresponde a la culminación de todos los esoterismos auténticos.             
Toda Escritura sagrada es susceptible de múltiples exégesis. Entonces, es normal que se hayan desarrollado diferentes escuelas Vedánticas. Existen numerosas polémicas entre estas diferentes escuelas. Con el riesgo de vernos acusados de arbitrariedad, nosotros vemos en ellas diferentes ángulos de aprehensión, que se pueden englobar en una perspectiva de síntesis. 
Las escuelas Vedánticas más importantes son las siguientes:

- La escuela de la No-Dualidad (Advaita).
Fundada por Sri Shankâra Bhagavatpada (788-820 aproximadamente).
Sri Shankâra Bhagavatpada es llamado « Sankarâchârya », lo que significa: «Maestro Shankara». Los representantes de las cinco líneas de sucesores que asumen en la India la dirección de cinco monasterios (Math) siguen llevando el título de « Sankarâchârya ». Cuando queremos distinguir el fundador de esta escuela de los otros « Sankarâchârya » que le han sucedido, usamos el vocablo: «Adi Sankarâchârya», lo que significa: el primer Sankarâchârya.     
Es a esta escuela, que es la más antigua, a la que nos vinculamos directamente.
Esta escuela desarrolla lo que llamaremos: « la aproximación al Absoluto ». 
Según esta escuela:     
El Absoluto, que en su trascendencia se sitúa  más allá de cualquier atributo, es la única Realidad existente. Todo lo demás es ilusorio (mâyâ). El mundo no es nada más que una manifestación del Absoluto y nuestra naturaleza verdadera, nuestro Sí ( tmâ) más allá de las apariencias humanas, no es otra que el Absoluto mismo.  Es por mera ignorancia (avidya) que nos identificamos con el cuerpo, el mental y el intelecto. Lo que hace falta, es disipar la ignorancia y realizar cual es nuestra verdadera naturaleza, para disipar de ese modo la ilusión de la transmigración. 
         
- La Escuela de la Distinción dentro de la No-Dualidad (Vishishtâ-Advaita)
Fundada por Sri Râmânuja (1050-1137).
Esta escuela desarrolla lo que llamaremos: « la aproximación a la finalidad mística del sí personal».
Según esta escuela:     
En el nivel de la manifestación cósmica, el sí personal y trasmigrante (jivâtman) y el Señor permanecen distintos, mientras que el mundo es una realidad. La finalidad del sí personal, que participa de la naturaleza del Señor, es unirse con Él por la devoción (bhakti) y tornarse su servidor, liberándose de este modo del ciclo de la trasmigración. La unión con el Señor no elimina  la distinción entre el sí personal y el Señor. 
Para nosotros, este enfoque expresa la finalidad personal que existe en el interior de la ilusión cósmica. 

- La escuela de la Pura No-Dualidad (Shuddhâ-Advaita).
Fundada por Sri Vallabha (1479-1531).
Esta escuela desarrolla lo que llamaremos: « la aproximación a la Sustancia cósmica».
Según esta escuela:   
La Sustancia cósmica que está compuesta por átomos es una manifestación del Absoluto. De tal suerte que hay unidad entre el Absoluto, el mundo y la multiplicidad de los seres.
Por la devoción (bhakti), el hombre puede comunicar directamente con el Absoluto e identificarse con Él.                 
Para nosotros, esta aproximación expresa la No-Dualidad que existe en el seno de la Manifestación cósmica, de la Sustancia universal, mientras que el Advaita enseña la existencia de la No-dualidad que perdura más allá de toda manifestación cósmica, en el nivel de la Esencia trascendental. Por consiguiente, hay complementariedad entre estos dos puntos de vista, puesto que el Absoluto es a la vez el Todo y el “más allá del Todo”. 

- La escuela de la Dualidad dual (Dvaitâ-Dvaitâ).
Fundada por Sri Madhva (1199, ó 1238-1278, ó 1317).
Esta escuela desarrolla lo que llamaremos: «  la aproximación a la finalidad religiosa del sí personal ».
Según esta escuela:
Existen tres Principios esenciales: el Absoluto (Brahman), los sí personales (jivâtman), y el mundo de las cosas inanimadas (jada), que son irremediablemente distintos. Los sí personales están bajo la dependencia del Señor. Deben adorarle, someterse a Él y meditar sobre Él (Bhakti).             
Para nosotros, esta aproximación expresa el desarrollo del «punto de vista religioso». La mayoría de los enfoques religiosos se caracterizan por un dualismo separando Dios y la criatura. Este punto de vista es requerido para todos los hombres que no tienen el deseo y las predisposiciones para abordar los puntos de vista de la No-Dualidad, al nivel de la Esencia, de la Sustancia, o de la mística. Por consiguiente, es normal y necesario que la perspectiva del dualismo religioso se integre en el Vedanta, es decir en la exégesis de los Vedas.         

- Problemática del Advaita exclusivo.
Resulta evidente que la perspectiva de la No-Dualidad, del Advaita, constituye la perspectiva metafísicamente más elevada, puesto que adopta el «punto de vista del Absoluto» y propone al hombre vivir en este nivel, que es el de su verdadera Esencia.                                   
Sin embargo, esta « superioridad  metafísica » no debe servir de pretexto para un rechazo intolerante de las demás perspectivas espirituales que permanecen «verdaderas y válidas» en el nivel que les es propio.
Un Advaita sectario e intolerante lleva al rechazo de todas las religiones, de todas las demás tradiciones en una afirmación de la Verdad que excluye cualquier aproximación distinta. Se trata en este caso de una actitud intelectualmente estrecha, carente de la falta de flexibilidad intelectual requerida para aprehender la diversidad de los caminos hacia Lo Inefable. En el pasado, algunos en la India han ilustrado esta aproximación intolerante, y la volvemos a encontrar en algunos aspectos del Neo-Vedanta. 
Somos opuestos a ello y optamos por la anchura de miras de Sri Ramana Maharshi quien, en respuesta a algunas críticas, justificaba la multiplicidad de las prácticas espirituales formales del hinduismo, al considerarlas como unas etapas en el camino hacia lo Informal.           

- Perspectiva de síntesis.
Lo que proponemos, es un Sarva-Advaita.
Una perspectiva global, integral, de la No-Dualidad Vedántica. Una perspectiva que sintetiza la enseñanza de las grandes escuelas Vedántica. Resumiéndonos al extremo, y dejando aparte las críticas y polémicas estériles existentes entre las distintas escuelas, definiremos esta perspectiva de la manera siguiente:
Sólo el Absoluto existe y todo lo demás es, desde el punto de vista del Absoluto, ilusorio (perspectiva del Advaita).
Esta ilusión es engendrada por la Potencia del Absoluto y, aunque sea distinguible de Él, es inseparable de Él.           
En consecuencia, si para el Absoluto el mundo es ilusorio, para toda criatura existente en el interior de la ilusión cósmica, el mundo aparece como real, y posee por eso una realidad relativa, o empírica.
Esta realidad empírica del mundo es inseparable del Absoluto, puesto que es una manifestación sustancial de éste (perspectiva del Shuddhâ-Advaita).
El Absoluto posee dos aspectos: por una parte está, en su Esencia, más allá de cualquier atributo, y por otra parte se manifiesta como Señor creador del mundo y Salvador de los hombres (perspectiva del Advaita).         
Es sobre la manifestación del Absoluto como Señor que se funda la práctica de la devoción (perspectivas del Vishishtâ-Advaita, del Shuddhâ-Advaita y del Dvaitâ-Dvaitâ).
Existen por lo tanto dos finalidades: la de la Esencia y la de la Manifestación.
Al nivel de la Esencia, debemos darnos cuenta de que nuestra Identidad real, nuestra Esencia, nuestro Sí (Atmâ) son de la misma naturaleza que el Absoluto. Así estaremos llevados a vivir y a aprehender el mundo a partir de la perspectiva de nuestra Trascendencia, y a disipar de ese modo la ilusión del encarcelamiento en la temporalidad (perspectiva del Advaita).       
Por otra parte, siendo identificados con la Trascendencia del Absoluto, reconoceremos al conjunto del mundo y de los seres como siendo nuestra Manifestación, y viviremos nuestra unidad con ellos (perspectiva del Shuddhâ-Advaita). 
La realización de las dos vertientes de la No-Dualidad: No-Dualidad de la Esencia identitaria, y No-Dualidad de la Manifestación cósmica, no eliminará, en el seno  de las apariencias, la manifestación de la entidad transmigrante (jivâtman). Para esta entidad ilusoria, que posee sin embargo una realidad relativa, la finalidad de la vida humana se sitúa en la devoción (Bhakti), en la sumisión al Señor y en el hecho de tornarse su servidor.           
La devoción (Bhakti) puede considerarse en dos niveles: el nivel místico y el nivel religioso.
En el nivel místico, existe unión con el Señor, unión que no elimina la distinción entre la criatura y su Creador (perspectiva del Vishishtâ-Advaita).
En el nivel religioso, el Señor y la criatura permanecen separados (perspectiva del Dvaitâ-Dvaitâ).       
La existencia de estas dos aproximaciones es necesaria, puesto que corresponden a dos tipos de vocación espiritual. En estos dos tipos de vocación, es el Único el que juega al juego de la unión con su Manifestación como Señor, o bien que juega al juego de la separación adoradora.
De la misma manera, en el intelecto humano (buddhi), es el Único el que experimenta su No-Dualidad trascendente (perspectiva del Advaita), así como la experiencia de su No-Dualidad sustancial (perspectiva del Shuddhâ-Advaita).

Comentarios